Els Bufadors de Beví | Excursiones por Cataluña
En esta excursión por Cataluña iremos al escenario de un cuento de hadas: Els Bufadors de Beví se beneficia de un clima bastante extraño y con él ha creado un paisaje insólito y que no deja indiferente a nadie!
Esta ruta se sitúa cerca del municipio de Santa María de Besora, en la comarca de Osona.
A una 1.30h en coche desde Barcelona.
Dificultad: Fácil. Aunque la bajada por la ruta circular es un poco empinada.
Duración: 6km. Entre 2.30h y 3h.
Ruta circular: Sí
La ruta es bastante sencilla, nosotras fuimos en invierno y os la recomendamos para cualquier época. Os recomendamos que llevéis una chaquetilla en verano ya que en los bufadores hay una temperatura baja siempre (unos 14ºC).
Lo que podréis encontrar en esta ruta dels bufadors (sopladores en castellano) son unas cavidades en la roca por donde se cuela el aire y de allí sale su nombre ya que “silba” el aire. Gracias a esto se crea un microclima que hace todo un espectáculo de naturaleza.
Como siempre digo y antes de continuar, recordad respetar el medio ambiente para que podamos seguir disfrutando durante muchos años de estas maravillosas excursiones.
¿Cómo llegar a els Bufadors de Beví?
Para llegar al inicio de la ruta podéis poner directamente “Aparcamiento Bufadors de Beví” o poner estas coordenadas: 42.136740, 2.254209
Pasando por la carretera principal veremos estos carteles que indican “Mas Vei”, allí es donde comienza la ruta.
Nosotras dejamos el coche aquí aparcado intentando molestar lo menos posible, sí que es cierto que hay poco espacio así si está lleno podéis intentar dejarlo más adelante en algún arcén que no moleste.
Una vez aparcados, sólo hay que empezar la ruta yendo por el camino de Mas Vei.
Excursión a «Els Bufadors de Beví»
La ruta te lleva por un camino de tierra hasta llegar a unos campos. Cuando lleguéis encontraréis que hay una valla cerrada, no os asustéis, es para que las vacas que están pastando no se escapen (o eso creemos). Abridla y seguid por el camino.
Mientras estáis por aquí veréis que hay multitud de vacas pastando:
¡Son una monada! Pero igualmente intentad no molestarlas, estáis en su territorio no el vuestro, y podríais encontraros con varias crías que las madres protegen.
Seguimos andando por el camino y en un momento encontraremos un poste el cual está indicado el camino a seguir, como veis no tiene mucha perdida (hacía la derecha).
Si os fijáis, a lo lejos por esa montaña iremos después para la vuelta, está un poco empinada, eso sí.
Lo siguiente que encontraréis es otro poste, pero este tiene otra valla, esta vez electrificada, así que tened cuidado! Cogedlo por la goma negra y abridla, no os olvidéis dejarla como la encontrasteis!
Ahora ya dejaremos atrás los campos y nos adentramos en el bosque de hayas, así que si vais en verano ya empezaréis a tener más fresquito con esta sombra.
Por el bosque mirad a vuestro alrededor ya que hay alguna señal marcada, pero tened cuidado ahora! Ya que deja de estar señalizado tan bien.
Es importante que estéis muy atentos al camino, ya que si no es posible que no veáis que tenéis en un punto que subir por la derecha, allí encontraréis un camino… Que no parece camino.
Nosotras aunque ya habíamos leído que tuviéramos cuidado en este punto por poco nos lo pasamos. Podemos ver que hay unas señales rojas en el árbol y una acumulación de piedras en el suelo. Tened cuidado al subir porque está un poco empinado, nosotras nos ayudamos con las raíces de los árboles.
Si seguís y veis un tronco caído… Hacía atrás, porque seguramente os lo habéis pasado!
Una vez hayáis subido… Por fin estaréis en els Bufadors de Beví! Podéis disfrutar del paisaje, porque es increíble. Parece que en cualquier momento te vaya a salir algún hada de alguno de sus múltiples agujeros.
Nosotras al ser invierno tuvimos la suerte de tenerlo todo para nosotras, así que nos sentamos en una de las rocas y comimos allí rodeadas de toda la vegetación. Yo os recomiendo que estéis un rato allí descubriendo todos los secretos que esconde 😉
También encontramos bastante de estas plantas:
Era invierno y nos encantó verla porque nos recordaba a la navidad que se avecinaba. Se llaman Acebo (grèvol) y es una planta protegida, así que no la arranquéis! (esta estaba tirada en el suelo y sólo la cogimos para hacer la foto).
Una vez os hayáis impregnado con su magia toca la vuelta, así que seguimos por el camino todo recto (no os preocupéis, no tiene pérdida, seguid recto y llegaréis). Al final de él llegaréis a la cresta de la Serra dels Bufadors.
Allí podréis ver desde os dijimos antes lo del poste, y vaya, tendréis unas vistas increíbles! También veréis de nuevo a las vaquitas pastando… Pero todo eso desde una altura considerable. Así que tened cuidado ya que esta es la parte más complicada de la excursión puesto que la bajada es bastante empinada.
Con cuidado no creo que tengáis problema, pero si no siempre podéis volver tras vuestros pasos, tardareis un poco más pero lo primero es la seguridad.
Nosotras decidimos bajar por aquí, así que como vas viendo hacia dónde te diriges no tiene mucha pérdida. Al final acabamos llegando al lugar del poste del inicio del todo, y desde allí andamos hacia donde habíamos dejado el coche, haciendo así una ruta circular.
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Os recomiendo aprovechar un fin de semana para hacer alguna de estas excursiones y quedaros a dormir en la zona ya que siempre hay muchas más lugares de interés cerca por descubrir.